Este artículo
de opinión de la revista semana, hecho por Daniel Coronell, muestra
parte de la politiquería de Pedro Alonso Sanabria, actual presidente
del Consejo Superior de la Judicatura y quien según el autor del
texto no ha sido reconocido por ser justo sino por enredos en el
estado. Según el texto este político se ha visto envuelto con
DMG, después de financiar con éste su campaña a la gobernación de
Boyacá, estuvo también envuelto en el carrusel de las pensiones que consiste en
permitirle a los miembros de la rama judicial jubilarse con el salario más alto,
amparando así a los jueces, fiscales y funcionarios peor pagados de la administración
de justicia, esta norma fue usada para favorecer a recomendados, amigos y
familiares de los magistrados de la justicia. Sanabria es sospechoso de haber
subido a unos cuantos al carrusel. Todo esto se comprobó gracias a “La W Radio”,
el periódico “El Tiempo” y las confesiones de David Murcia, pero a pesar de las
múltiples pruebas que demuestran la culpabilidad del funcionario, ni la Fiscalía,
ni la Procuraduría, ni la comisión de acusaciones han abierto investigación por
estos hechos. Según Coronell el poder blindo al hoy presidente del Consejo
Superior de la Judicatura, el decreto asegura que se la confiere este poder por
sus supuestos merecimientos excepcionales, la contribución al enriquecimiento
de la jurisprudencia y al prestigio de la administración de justicia.
Este texto es de tipo
argumentativo pues en él se exponen argumentos que apoyan y validan la tesis
que en este caso es conocer como el poder ha blindado al político Pedro
Sanabria. Es también expositivo pues muestra ideas principales que dan a
conocer las razones con las cuales se comprueba la culpabilidad de este político
y el autor toma una posición frente al tema, pero justificándola por medio de
pruebas.
Opinión:
Gracias a este tipo de políticos es
que la justicia colombiana siempre es puesta en duda, pues a pesar de las
pruebas contra ellos la misma justicia no hace nada por comprobarlas y ponerlas
en contra de los culpables, es evidente que en este caso como el involucrado
hace parte también de la rama judicial nos hace pensar que entre ellos mismos
se colaboran para no ser incriminados. Ya no es increíble ver la corrupción que
se maneja en este país, unos se tapan con otros, lo que tampoco sorprende es
que hay unos que se benefician mas como se ve en el caso que se muestra en el artículo,
de Francisco Rojas Birry quien fue justamente condenado a ocho años de cárcel por
recibir plata de DMG, también pongo en duda el poder del presidente de la República
de Colombia, Juan Manuel Santos quien nombró junto a su ministra de justicia
Ruth Stella Correa a Sanabria, pues si este a pesar de las pruebas llevo a cabo
el nombramiento lo que hace pensar que tal vez es también cómplice del político
y si no es así pues se hizo de oídos sordos frente a las evidentes pruebas
reveladas por medios de comunicación a quienes según muestra el artículo
ignoran totalmente pues de nada sirvió que las consiguieran pues no se hizo
nada contra el.
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